Mi enfoque es integral, humano y consciente. Acompaño desde la experiencia vivida, la formación rigurosa y una profunda conexión espiritual. Combino herramientas de la neurociencia, el coaching de esencia, la espiritualidad práctica y técnicas energéticas para que puedas descubrir quién eres más allá de los roles, creencias o etiquetas.

No sigo un protocolo estándar: cada proceso es único, como lo es cada persona. Me adapto a lo que necesitas en cada momento, respetando tus tiempos, tu historia y tu manera de vivir el cambio.

No te diré lo que tienes que hacer. Te acompaño a escucharte, a descubrirte y a construir una vida más coherente contigo, desde el SER.

Depende. Por ejemplo, un proceso de coaching de familia oscila entre 1 y 10 sesiones, repartidas entre un mes y tres meses de duración.

A veces, una sola conversación con presencia y conciencia ya abre puertas importantes. No creo en las fórmulas cerradas: cada persona y cada momento vital marcan el ritmo.

Dicho esto, cuando hay un objetivo concreto o un deseo profundo de transformación, lo ideal es diseñar un proceso a medida, con continuidad y acompañamiento. Pero siempre partimos de ti, de tus necesidades y de lo que estés lista o listo para transitar.

Trabajo tanto online como presencialmente, según lo que necesites y desde donde estés. Las sesiones online se realizan por videollamada y funcionan con la misma profundidad y conexión que las presenciales.

También ofrezco acompañamiento in situ, trasladándome a tu entorno si el proceso lo requiere. En casos de mentoring familiar o coaching ejecutivo, puedo acudir a tu hogar o a tu empresa para observar dinámicas reales, proponer mejoras prácticas y acompañarte desde la realidad cotidiana.

Al iniciar el proceso, definimos juntos el formato más adecuado: lo importante es que te sientas en un espacio de confianza, seguridad y coherencia contigo.

En mi acompañamiento integro elementos del coaching, del mentoring y de la terapia, pero siempre desde un enfoque propio y adaptado a cada persona.

• El coaching te ayuda a descubrir tus propios recursos, tomar conciencia y generar cambios desde el presente hacia el futuro. No se trata de dar respuestas, sino de acompañarte a que las encuentres tú, desde tu esencia.

• El mentoring incorpora mi experiencia personal y profesional para guiarte con más estructura, especialmente cuando hay un objetivo claro (como un cambio profesional, familiar o vital). Aquí puedo darte herramientas concretas, estrategias y visión externa.

• La terapia suele enfocarse más en el pasado, en sanar heridas y entender patrones. Aunque no soy psicóloga clínica, integro técnicas terapéuticas desde la neurociencia, el coaching emocional y la espiritualidad para que puedas resignificar tu historia y avanzar.

No trabajo con etiquetas cerradas, sino con personas. Por eso el acompañamiento es siempre único, vivo, y en coherencia con el momento que estás atravesando.

Vivir desde el EGO es vivir desde el personaje que hemos construido para encajar: lo que creemos que deberíamos ser, lo que otros esperan de nosotros, las máscaras que adoptamos para sobrevivir o agradar. Desde ahí, todo se filtra por el miedo, el juicio y la comparación.

Vivir desde el SER, en cambio, es conectar con tu verdad más profunda, con quien eres cuando nadie te mira, cuando te escuchas de verdad. Es vivir desde la autenticidad, desde los valores que te dan paz, desde la coherencia contigo.

No se trata de eliminar el ego (lo necesitamos para funcionar), sino de aprender a distinguir su voz de la del alma. Cuando lo haces, empiezas a tomar decisiones más alineadas, más sabias y más en paz contigo y con el mundo.